sábado, 13 de febrero de 2016

Capítulo 7: Amarte me mantiene con vida


Éste es Do Kyungsoo, pronto a ser Kim Kyungsoo.

Han pasado tres años desde que me ahorqué en el árbol de la casa de mis padres. Muchas cosas han cambiado desde entonces.

Terminé mis estudios y ahora estoy en mi segundo año de universidad especializándome en canto. También fui contratado por una agencia y canto algunos OST de películas y doramas, aunque están planeando que haga un mini álbum en solitario ¿No es genial?

Sobre mi depresión, después de tanto tiempo, terapias, pastillas, recaídas y amor he podido superarlo. Tuve que tomar mil pastillas, ir a terapias individuales y grupales, hacer ejercicios para no sentirme tan solo, abrir los ojos y ver a mí alrededor. Por suerte, no estuve solo, Kai estuvo a mi lado todo el tiempo, me apoyó en todo sin pedir nada a cambio. Realmente lo amo.

Sobre mis amigos, Luhan y Sehun comenzaron a salir después de ser amigos por un año, son bastante lindo juntos. Luhan estudia actuación mientras que Sehun administración de empresas, aunque a escondidas de su familia se reúne con Kai para bailar.

Baekhyun conoció a Chanyeol y llevan una extraña relación de amor-odio, hace un tiempo que perdoné a Chanyeol ya que él me confesó que fue un idiota y blablablá, y que la chica que le gustaba no valía la pena como para destruir una amistad tan hermosa como la que teníamos. No somos los mejores amigos que éramos antes pero por lo menos nos hablamos.

Tao me presentó a su novio Kris, es un joven alto y muy guapo. Tao sigue en el instituto pero falta poco para que se gradúe. Además, Kris nos preguntó a Luhan, Baekhyun y a mí si nos parecía adecuado pedirle matrimonio a Tao en unos meses más.

Sobre Yixing, lo último que supe fue que se escapó con Suho a China. Abandonaron todo, las drogas, el narcotráfico, sus familias y partieron a una nueva vida lejos de todo y de todos, lo que encuentro muy romántico pero muy arriesgado a la vez.

Jungkook sigue en el instituto, está en su último año. Ha mejorado considerablemente y dejó de cortarse. Aún mantenemos contacto y nos juntamos de vez en cuando a conversar de la vida.

Taemin y Minho terminaron después de varias peleas, celos y rumores de infidelidad. Aunque yo los he visto besarse y hacer otras cosas en varias fiestas a las que hemos asistido con Kai.

Sobre mi prometido y futuro esposo… ¿Qué puedo decir?

Lo amo.

LO AMO.

Es simplemente perfecto, digo, tiene sus fallas, pero lo amo de todas formas. Nuestra relación es la que siempre he soñado en tener: somos como mejores amigos, nos defendemos como hermanos, peleamos como matrimonio y nos reconciliamos con muchos besos y sexo de reconciliación.

¿Demasiada información?

No me importa, quiero echarles en cara mi hermosa vida.

Ahora puedo decir en voz alta y honestamente que amo vivir, porque no habría podido saber lo que era amar y ser correspondido, lo que es la verdadera amistad, lo que es perdonar.

Las relaciones con mi madre mejoraron mucho, ya no hay tantos malos entendidos y discusiones, ahora somos una familia en harmonía y estoy muy contento por eso. Mi hermano menor está cada vez más adaptado al mundo y mi hermano mayor estudia medicina, se estresa mucho pero creo que estará bien.

Desde que Kai cumplió los dieciocho años que vivimos juntos en un pequeño departamento que nuestros padres nos compraron. Kai está trabajando como bailarín en la misma agencia en la que trabajo, así que nos vamos juntos al trabajo y nos devolvemos juntos a nuestro hermoso hogar.

No puedo estar más enamorado de Kai.

¿He dicho que lo amo?

Tenemos tres hijos de cuatro patas y una cola. Dos perros y una gata. Somos una familia disfuncional pero de alguna manera… Funciona. Los dos cocinamos, nos turnamos para hacer las tareas de la casa, tenemos sexo regularmente, las travesuras nunca faltan y las visitas sorpresas de nuestros amigos tampoco.

Y… bueno, después de tanto tiempo juntos, Kai se atrevió a pedirme matrimonio.

Fue simplemente hermoso.

Estábamos los dos solos en la playa de noche. No había nadie cerca y nos besábamos con pasión sobre la arena hasta que Kai se detuvo de golpe y miró la hora en su reloj. Le pregunté qué ocurría y él me hiso mirar al cielo. Entonces comenzaron unos fuegos artificiales hermosos y de repente estos mismos fuegos artificiales escribieron un “¿Te casarías conmigo?”.

Digamos que fui un poquito lento para entender que me estaba pidiendo matrimonio hasta que me preguntó “Y… ¿Cuál es tu respuesta?”

Y yo le dije “¿Respuesta de qué?”

Y él se pegó en la frente con la palma de la mano.

Entonces me reí y lo besé apasionadamente, tirándolo sobre la arena fría.

“Sí, mil veces sí” Le contesté finalmente, después de terminar el beso.

Otros besos siguieron a ese y finalmente nos fuimos al auto a quitarnos la calentura ya que no podíamos aguantar hasta volver a nuestro departamento.

Nuestra familia aprobó nuestro matrimonio con felicidad, y nuestros amigos nos celebraron con una gran fiesta.

Fue simplemente maravilloso.

Solo faltan algunas horas para que sea el señor Kim.

No puedo dormir, estoy demasiado nervioso.

Kai duerme a mi lado, no sé cómo puede dormir si yo estoy que me muero de nervios. Maldito bastardo. Aunque pensándolo bien, él es el tipo de persona que puede dormir incluso en medio de una guerra o en una explosión atómica.

Seguro me veré horrible con las ojeras que me esperan.

Aunque existe el maquillaje ¡Bendito seas!

Oh, Kai está despertando.

-¿Qué haces mi amor?- Preguntó Kai abrazándose más a su pronto a ser esposo.

-Estoy escribiendo un mini diario para nuestro futuro hijo o hija- Dijo Kyungsoo esperando a que Kai entendiera la indirecta.

-Ah… -Dijo él aún medio dormido. Kyungsoo bufó. –Espera, ¿qué acabas de decir?-

-Dije “Estoy escribiendo un mini diario para nuestro futuro hijo o hija”- Repitió Kyungsoo rodando los ojos.

-Ah… -Kyungsoo golpeó a su prometido -¡Auch! ¿Qué te sucede?-

-¡Estoy embarazado, estúpido!- Exclamó Kyungsoo.

-Ah… eso explica mucho- Dijo Kai acurrucándose junto a Kyungsoo –Espera… Déjame procesarlo-

No fue hasta la hora en que Kyungsoo dijo el “Sí, acepto” que Kai se dio cuenta de dos cosas: Era oficialmente el esposo de Kim Kyungsoo e iba a ser padre.

-Oh… Dios… Mío… Voy a ser padre- Dijo Kai en shock a la vez que el cura decía “Pueden besarse”.

Kyungsoo no perdió más tiempo y se aferró del cuello de su esposo para besarlo con pasión. Kai sujetó inmediatamente la cintura de Kyungsoo y correspondió el beso demasiado feliz mientras que todos los presentes aplaudían y gritaban.

-Somos esposos- Dijo Kyungsoo sonriendo.

-Y vamos a ser padres- Dijo Kai abrazando a Kyungsoo.

-Me alegro de que lo hayas captado-

Así que hijo, o quién sea que esté leyendo esto. No se olviden que hay cosas bellas en la vida y que a pesar de que puede ser una jodida mierda, siempre habrá alguien (conocido o desconocido) dispuesto a tenderte una mano para ayudarte a salir del agujero.

Yo, por ejemplo, elegí  darme una oportunidad más y miren: Soy feliz.

No hay que ser perfecto, o tener una vida ideal o un esposo tan perfecto como el mío para ser feliz. Con unas cuantas pastillas y terapias también puedes lograrlo. Es broma. El punto es que… Es jodidamente difícil, es una mierda y duele más que la puta madre, pero cuando salgas de eso te darás cuenta que eres más fuerte que nunca y que todo, absolutamente todo valió la pena.

Por eso, no se arrepientan de haber escogido vivir.


Se despide, Kim Kyungsoo.


Capítulo 6: El alta.


Cuando Kyungsoo cumplió una semana en el hospital psiquiátrico llegó un nuevo ingreso llamado Zhang Yixing, quién era un joven quién entró por adicción a la cocaína.

-Yo no entré porque quería, a mí me engañaron- Decía siempre Yixing –Yo vine con mi familia pensando que querían una segunda opinión de otro psiquiatra pero me dejaron aquí.-

-Pero bueno, sólo te queda mejorar y salir lo antes posible de aquí- Dijo Luhan –Aunque hayas venido engañado, debes dar lo mejor de ti y dejar la adicción de una vez por todas-

-Supongo que eso haré- Dijo Yixing -¿Y ustedes por qué entraron?-

-Depresión con intento de suicidio- Dijeron los cuatro amigos al mismo tiempo.

-Pero Kyungsoo fue el más determinado a matarse, tomó pastillas y después se ahorcó- Dijo Baekhyun.

-Deberían darme un premio- Dijo Kyungsoo en broma haciendo reír a los demás.

Los días pasaban lentos para Kyungsoo. Era demasiado aburrido estar todos los días sin hacer nada, solo fumando y conversando de cualquier tontería que se le viniera a la mente. A veces tenían que inventar cosas para divertirse, como sentarse todos en el pasillo por donde entraban los doctores y hacerles una ola con los brazos cuando ellos pasaban, o ver películas que les traían, o bailar y cantar ridículamente haciendo reír a los demás pacientes.

Los días eran lentos, pero la hora de visitas se le pasaba muy rápido a Kyungsoo. En los brazos de Kai, besándolo y conversando con él sobre cualquier cosa nunca se aburría, incluso estando en silencio mirando a la nada era agradable si era con Kai.

-¿Te acuerdas de Minho?- Kyungsoo asintió acomodándose en el pecho de Kai –Hoy se le declaró a Taemin en medio del comedor-

-Wow, ¿y qué le respondió Taemin?- Preguntó Kyungsoo con los ojos cerrados.

-Le dijo que quería ser su novio- Dijo Kai acariciando el abdomen de su novio. – ¿Cuándo te dan el alta?-

-No sé, supongo que la próxima semana. A Luhan le dan el alta en tres días.- Dijo Kyungsoo –Y no estoy tan mal como para seguir aquí-

-Espero que te saquen luego- Dijo Kai besando la mejilla de Kyungsoo.

-Desde mañana tengo derecho a pasillo según el doctor, así que puede venir quién quiera a verme- Dijo Kyungsoo.

-¿Quieres que vengan Taemin y Sehun?- Preguntó Kai.

-¿Por qué no?, será divertido- Dijo Kyungsoo sonriendo.

Sin embargo al día siguiente tuvo dos tragos amargos.

El primero fue la visita de sus padres, quienes le dijeron que estaban arrepentidos de sus comportamientos, que se notaba su ausencia en la casa y que jamás volverían a ignorarlo de la manera en la que lo hicieron. Además de eso, su madre le comentó que tenía licencia médica ya que quedó demasiado afectada al enterarse que su hijo intentó suicidarse.

Kyungsoo fue sincero, les dijo que, a pesar de que los seguía queriendo, estaba demasiado decepcionado con ambos y que le costaría perdonarlos por completo. Sus padres lo entendieron y lo dejaron ir con Kai, Sehun y Taemin a conversar en la cafetería del hospital psiquiátrico.

Mientras reían y conversaban entre los cuatro, sucedió que Kyungsoo vio a Chanyeol quién iba a visitar a su hermana Yoora, quién se trataba por bipolaridad leve. Chanyeol se sorprendió al reconocer a Kyungsoo a lo lejos, ambos se miraron por unos segundos y fue Kai el que inconscientemente rompió ese momento, tomando de la mano a Kyungsoo para acercarlo a él y besarlo suavemente, haciendo que Kyungsoo sonriera y golpeara suavemente a Sehun y Taemin quienes los molestaban por ser cursis.

No todo fue malo en aquella hora, porque Kyungsoo le presentó a Luhan e inmediatamente se dio cuenta que Sehun quedó fascinado con el apodado ciervo. A la hora de volver, él y Kai se tomaron su tiempo en despedirse entre besos y palabras cursis para molestar al técnico de la puerta hasta que éste tomó a Kyungsoo de la camisa y lo entró al pabellón.

Kyungsoo se dedicó a responderle a Luhan todas sus preguntas sobre Sehun, entendiendo que tenía que hacer de Cupido entre ellos aunque no sería tan difícil como creía. Al día siguiente Kai y Sehun fueron a visitarlo, pero Kyungsoo le pidió a Luhan que entretuviera a Sehun mientras él iba a un lugar más alejado a pasar tiempo con Kai, que no era mentira, pero tampoco era completamente verdad.

-Dime la verdad- Dijo Kai acorralando a Kyungsoo contra una pared de uno de los jardines del hospital.

-Se nota que ellos se gustan, así que pensé dejarlos solos por un momento- Dijo Kyungsoo encogiéndose de hombros –Además, ¿No puedo pasar tiempo a solas con mi perfecto novio?-

-Por supuesto que puedes- Dijo Kai antes de besarlo lentamente para gusto de Kyungsoo. El beso no duró mucho ya que a Kyungsoo le dio por escaparse de Kai, comenzando una persecución por los jardines hasta que Kai lo atrapó, tirándolos a ambos al pasto donde rodaron entre risas.

-Te amo mucho- Dijo Kyungsoo con una sonrisa.

-Yo también te amo- Dijo Kai. –Mañana no voy a poder venir…-

-¿Por qué?- Preguntó Kyungsoo apenado.

-Tenemos un examen de historia y como ya sabes, no he escrito ningún apunte y mi mamá me castigó sin dejarme salir de la casa para que estudie y me consiga la materia- Explicó Kai.

-Oh, bueno, a mí me pasaría lo mismo- Dijo Kyungsoo entendiendo a su novio. -¿Y el día después de mañana?-

-Obvio que vengo, y si no vengo me sucedió algo- Dijo Kai antes de besar a Kyungsoo –Así que, espera por mí.-

Al volver de la hora de visitas vio que Baekhyun tenía una expresión de odio y tristeza en su rostro. Le preguntó el motivo de su molestia y el apodado perro dijo que sus padres y su hermano no habían ido a verlo. Kyungsoo frunció el ceño y fue a preguntarle al técnico de turno si la familia de Baekhyun había cambiado su horario de visitas.

-Sí, ellos vendrán a la hora de la cena- Dijo el técnico. Kyungsoo le agradeció y fue de inmediato a ver a Baekhyun.

-Baek, el técnico dijo que tus padres cambiaron su horario de visitas y que vendrán a las seis, así que quita es cara larga- Le dijo a Baekhyun.

A la hora de la cena, Yixing les habló sobre Suho, su pareja.

-Tiene casi treinta años y está casado con hijos, yo no quiero ser rompe hogares pero lo amo, te juro que lo amo- Decía Yixing con cara de idiota enamorado –Él tiene un negocio, y aparte de eso vende drogas. Suho es el que me vende la droga, no me la va a dar porque es cara la cosa, pero me la vende a un precio razonable-

-¿Y él sabe que estás aquí?- le preguntó Kyungsoo antes de echarse un pedazo de carne a la boca.

-Sí, de hecho me llama todas las mañanas y me pregunta como estoy- Dijo Yixing.

-¿Y su esposa no sospecha que Suho la engaña?- Preguntó Baekhyun.

-¿Saben? Yo creo que lo sabe, pero se queda callada por los niños, que igual son pequeños- Confesó Yixing –Si no lo sabe es demasiado tonta, porque yo he ido hipócritamente a la casa de Suho gritándole que como se atrevía a cortarme la llamada y él salía diciéndome que bajara el volumen porque Lina, así se llama la esposa, estaba en la casa. Y yo estaba tan pero tan enojado que me importó una mierda y le grité igual- Se rió Yixing –Incluso a veces voy a su casa y le pregunto a Lina si está Suho en casa y nos quedamos conversando un rato-

-Yixing, realmente eres alguien único- Dijo Luhan.

-¿Les cuento una historia muy buena de mí y Suho?- Los cuatro amigos asintieron –Una vez estábamos en un motel, él le había dicho a su esposa que se iba por negocios, era mentira, obvio, y estábamos los dos en la cama durmiendo después de una buena ronda de sexo y cocaína- Dijo Yixing –La cosa es que Suho se quedó dormido, y él como que entra en coma, no se despierta por nada del mundo. Entonces comenzó a hacer un ruido raro, como si estuviera ahogándose y yo obvio que intenté despertarlo pero él no despertaba y yo tipo “¡Suho, Suho!” y lo movía pero él no despertaba y no despertaba y no despertaba. Yo estaba en eso y de repente escucho que desde la recepción llamaban a la policía por el ruido y para hacerlo peor, tenía un kilo de cocaína encima de la cama y no sabía que mierda hacer. Primero, estaba la policía en camino y yo con una bolsa de cocaína en las manos. Segundo, Suho sin despertar. Tercero, nos quedaba menos de treinta minutos en el motel. Escucho a los policías tocar la puerta y yo puse la cocaína en el tanque del escusado y grito un “voy”, abriendo la puerta completamente desnudo, ya saben, para distraer. El policía me miró de arriba a abajo sonrojado y me preguntó cuál era el problema, entonces yo con mi mejor voz de chico bueno le dije que mi novio tenía algunos problemas respiratorios pero que ya lo había controlado así que no había nada de qué preocuparse. El policía quedó convencido y se fue. Y justo en ese momento Suho despierta. Te juro que lo quería matar-

-Wow, eso debió haber sido muy frustrante- Dijo Tao sonriendo.

-Y hay una historia peor. Estaba yo con mi hermano y un auto nos choca por delante, el punto es que se rompió el parabrisas y yo enfurecido salí del auto a tirarle la puteada al conductor que para colmo estaba ebrio. Entonces me volví a sentar en el asiento y se me incrustaron los pedazos de vidrio en el trasero. Así que cuando llegó la ambulancia los paramédicos simplemente me bajaron los pantalones junto a los bóxers y me sacaron con unas pinzas los pedazos de vidrio. Le enseñé el trasero a toda la avenida de Gangnam.- Los cuatro amigos rieron por la historia.

-Oye, ¿No has pensado en escaparte con Suho?- Le preguntó Luhan a Yixing.

-Estuvimos a punto de hacerlo, teníamos las maletas listas y todo, pero me acobardé a último minuto, es que me puse a pensar en la familia y en los niños y en que quizás no íbamos a durar nada juntos- Dijo Yixing –Pero ahora estoy convencido y ya le dije a Suho, así que cuando salga nos iremos a Busan-

-Me parece, me parece- Dijo Baekhyun asintiendo un par de veces.

Finalmente llegó el día en el que Luhan se iba de alta. Tao lloró como sentimentalista que era, Baekhyun lo abrazó por largo tiempo, Kyungsoo lo sujetó de las piernas para que no se fuera y Yixing simplemente le abrazó. Por supuesto, todos intercambiaron números y diferentes redes sociales para mantenerse en contacto.

Después de la despedida de Luhan llegó al día siguiente un chico de quince años llamado Jungkook quién inmediatamente se volvió el protegido de Kyungsoo. Jungkook tenía depresión y leve esquizofrenia, escuchaba voces que le decían que se cortara y que se matara. Sus brazos estaban cubiertos de cortes y había intentado matarse más de una vez.

Cuando fue la hora de visitas, Kyungsoo se dio cuenta de que frente a él habían tres Jungkooks, y no porque viera mal, sino porque eran trillizos y Jungkook era uno de ellos. Los hermanos de Jungkook le agradecieron que cuidara de su hermano y le pidieron que siguiera haciéndolo porque él (Jungkook) era sus vidas.

Unos días después se fue Baekhyun así que para no sentirse tan solo le pidió a Jungkook que se cambiara de habitación con él. No pasó mucho tiempo para que Tao también se fuera.

-Si no fuera por Jungkook, me sentiría realmente solo aquí- Le dijo Kyungsoo a Kai un día. Ambos estaban en su banca favorita y Kyungsoo en el regazo de Kai acariciándose las manos. –Los demás pacientes tienen sus amistades y son demasiado mayores como para que me atreva a acercarme-

-No te preocupes tanto por eso, es imposible no quererte- Dijo Kai.

-¿Y tú? ¿Te has sentido solo últimamente?- Le preguntó Kyungsoo.

-Más o menos, Taemin se la pasa con Minho y Sehun se la pasa chateando con Luhan así que a veces me dejan solo triste y abandonado- Dijo Kai –Pero ¿Sabes? No me importa mucho, porque pronto saldrás de aquí y estarás a mi lado todo el tiempo como un imán, te obligaré a hacerlo-

-Bueno, no me quejo- Dijo Kyungsoo.

-¿Cuándo te dan de alta?- Preguntó Kai. Esa pregunta la hacía todas las veces que iba a ver a Kyungsoo.

-No sé, pero me dejó salir éste fin de semana a mi casa- Dijo Kyungsoo feliz.

-¡Eso es maravilloso!- Dijo Kai emocionado antes de besar largamente a Kyungsoo -¿Te parece ir a mi casa el Domingo?-

-Claro, no creo que mi familia me dé problema- Dijo Kyungsoo. –Lo que sí, vas a tener que irme a dejar-

-Será difícil, pero lo haré- Dijo Kai.

-¿Por qué difícil?-

-Porque no querré dejarte ir- Dijo Kai haciendo que Kyungsoo se derritiera y se sonrojara notoriamente.

Llegó el fin de semana.

El sábado Kyungsoo se dedicó a revisar sus redes sociales y pasar tiempo incómodo con su familia. Su hermano mayor nunca lo fue a ver al hospital porque no soportaba verlo ahí, y su hermano menor… Bueno, él no estaba enterado de mucho.

Sin embargo, el domingo fue el mejor día para Kyungsoo.

Kai y sus padres lo fueron a buscar a las doce del día en punto. Kyungsoo saludó a su novio y a sus suegros, muy emocionado. Fueron a comer carne a un restorán con temática de vikingos y después a un parque en el que jugaron voleibol (Kai y Kyungsoo versus los padres de Kai). En la tarde, los padres de Kai los dejaron en la casa del menor antes de irse y decir que volvería una hora antes del toque de queda de Kyungsoo para dejarlo en el hospital. Ambos jóvenes se sonrojaron ya que obviamente los estaban dejando solos por otro motivo.

-Emmm… ¿Quieres jugar videojuegos?- Preguntó Kai para romper el silencio.

-No, te quiero a ti dentro de mí- Dijo Kyungsoo gracias  a su personalidad sincera. Kai se sonrojó pero rápidamente tomó de la cintura a su novio besándolo apasionadamente.

Kyungsoo se separó de Kai y se sacó la camisa, llamando a Kai con el dedo índice para que lo siguiera mientras daba unos pasos hacia atrás. Caminaron a pasos apresurados a la habitación de Kai y se dejaron caer en la cama abrazados para pronto volver a unir sus labios. Kai se posicionó sobre Kyungsoo y le bajó los pantalones hasta las rodillas, dejando que el mayor se encargara de sacarlos por completo. Kai se tomó unos segundos para sentir con sus manos las piernas de Kyungsoo, tan suaves y bien formadas, le encantaban. Después se sacó su camisa mostrándole a Kyungsoo sus famosos abdominales de bailarín, disfrutando después la forma en la que Kyungsoo los acariciaba con sus dedos. Bajó un poco la mirada y se encontró con los pezones erectos del mayor, los mordió, succionó, lamió y besó haciendo gemir a Kyungsoo, lo que era para él música para sus oídos.

-Basta de juegos- Suplicó Kyungsoo –Te necesito ahora, me duele- Dijo sintiendo su pene erecto chocando con el pene erecto de Kai. Kai no se hizo suplicar más. Se bajó los pantalones junto a los bóxers enseñándole su hombría a Kyungsoo quién abrió sus ojos algo asustado –Eso no cabe en mi trasero-

Kai lo besó rápidamente –Haremos que lo haga-

Después le quitó el bóxer a Kyungsoo y lo masturbó lentamente, haciendo que el mayor se aferrara del cubrecama. Buscó en la mesita al lado de la cama el lubricante que compró vergonzosamente a penas supo que Kyungsoo iría a su casa el fin de semana y lo vertió en sus dedos, metiendo uno en el ano del mayor y haciendo círculos mientras que con su otra mano acariciaba el pene de Kyungsoo. Pronto fueron dos dedos y luego tres dedos que fueron reemplazados por su pene a penas Kyungsoo le dio su aprobación.

-Mierda- Dijo Kyungsoo al sentir aquella gran intromisión dentro de él –Adiós virginidad-

-Lo mismo digo- Dijo Kai con dificultad.

-¿Es una broma?- Preguntó Kyungsoo –Estaba seguro de que ésta no sería tu primera vez-

-Yo pensé que esta no era tu primera vez- Dijo Kai –Chanyeol me mintió-

-Sehun y Taemin me mintieron- Dijo Kyungsoo. –Los odio, ¿Y si los matamos?-

-¿Realmente estamos teniendo este tipo de conversación en ésta situación?- Preguntó Kai divertido y aún excitado.

Kyungsoo rió levemente, sintiendo como el pene de Kai le daba pequeños golpecitos al moverse –Por favor, continúa con lo que estábamos-

Después de varias estocadas, algunas más románticas y otras más duras, ambos se corrieron, Kai al interior de Kyungsoo y éste último en el abdomen de ambos. Kai salió del interior de Kyungsoo y éste gimió de dolor.

-No, mételo otra vez- Dijo Kyungsoo. Kai lo obedeció con dificultad ya que su pene estaba flácido –Así está mejor, cuando lo sacas por completo me duele-

-Yo no tengo problema en estar así contigo por siempre, pero la sociedad sí- Dijo Kai antes de besar a Kyungsoo. –Por cierto, fue maravilloso. Eres perfecto-

-Tú eres perfecto- Murmuró Kyungsoo –Y ni se te ocurra salir-

Eventualmente, Kai salió del interior de Kyungsoo y corrió a buscar una pomada para el mayor que le hiso efecto rápidamente para el alivio del menor. Después se ducharon juntos haciendo burbujas con el jabón y jugaron videojuegos.

Fue el domingo perfecto para Kyungsoo.

El lunes Kyungsoo borró su sonrisa al enterarse por su doctor que el próximo fin de semana no tenía permiso para salir.

-¿Qué? ¿Por qué? ¡Me porté bien!- Dijo frunciendo el ceño. “Bueno, no tan bien” pensó.

-Haré todo lo que pueda para que no salgas éste fin de semana. En la tarde hablamos- Dijo el psiquiatra yéndose.

Kyungsoo pasó todo el día con Jungkook, incluso durmieron siesta juntos. Fue ahí cuando su doctor lo despertó para su molestia.

-¿Qué quieres?- Le preguntó mientras se desperezaba con cuidado de no despertar a Jungkook.

-Te vas- Kyungsoo lo miró sin entender –Te vas de alta-

-¿En serio?- Preguntó Kyungsoo -¿No es una broma?-

-No lo es- Dijo el psiquiatra sonriendo. –Arregla tus cosas, tus padres te esperan abajo-

-¿Qué? ¿Qué sucede?- Preguntó Jungkook despertándose.

-Kookkie, me dieron de alta- Dijo Kyungsoo apenado por dejar solo a Jungkook.

Jungkook lo abrazó inmediatamente -¡Eso es maravilloso!-

-Sí, lo es-

Kyungsoo empacó sus cosas con ayuda de Eunji y Jungkook. Después se despidió de todos los pacientes, las cuidadoras y los técnicos quienes les decían “Y nunca vuelvas” con una sonrisa. Kyungsoo se despidió de Jungkook con un largo abrazo y un beso en la mejilla.

-Llámame a penas salgas de aquí. Hasta pronto- Dijo Kyungsoo a Jungkook.

Los padres de Kyungsoo dijeron que era el momento adecuado para hacerle una sorpresa a Kai, así que se dirigieron al instituto y esperaron a que dieran la campana de salida. Kyungsoo saludó a sus compañeros quienes lo abrazaban después de no verlo por mucho tiempo, pero fue cuando vio a Kai que sonrió sinceramente.

-¡Kai!- Lo llamó haciendo que el mencionado lo mirara sorprendido. Kai corrió hacia donde estaba su novio y lo besó apasionadamente sin importarle estar rodeado de gente. –Me dieron de alta- Dijo Kyungsoo a penas pudo respirar.

-Oh dios mío, te amo demasiado- Dijo Kai abrazándolo como si no quisiera dejarlo ir nunca.

-Yo también te amo- Murmuró Kyungsoo como pudo.

-Oye amigo, lo estás matando- Dijo Sehun después de un rato.



Capítulo 5: Día de locos



Kyungsoo despertó cerca de las ocho y media de la mañana con el murmullo de las cuidadoras hablando sobre cuando las sacarían de turno para ir a sus casas. Lo primero que vio fue las paredes blancas y los rayos del sol traspasando las ventanas de plástico. Después miró a Baekhyun quién seguía durmiendo como un oso en pleno invierno, tapado hasta la coronilla.

Se incorporó y le sonrió a Eunji quién acababa de llegar para relevar a Ji Hyo en el cuidado de Kyungsoo. Bajó la baranda de la camilla y a pies descalzos caminó hasta la camilla de Baekhyun para despertarlo moviendo levemente su cuerpo.

Cuando ambos estuvieron despiertos fueron a lavarse la cara y bajaron al primer piso en donde estaba el comedor sin importarles ir en pijama, ya que era normal que los pacientes ocuparan pijama al desayunar y nadie los obligaba a vestirse (solo lo hacían para verse decentes). Se sentaron en una esquina de la larga mesa junto a Luhan y Tao y esperaron a que sus cuidadoras les llevaran el desayuno a la mesa.

-Dormí mal, tuve que pedir un S.O.S para quedarme dormido- Comentó Luhan para comenzar la conversación.

-Yo sigo medio dopado con las pastillas de la noche- Dijo Tao bostezando.

-Yo no me estoy tomando las pastillas, las oculto debajo de la lengua y ¿saben qué? Me siento mejor- Reveló Baekhyun.

-Debes decírselo a tu psiquiatra- Dijo Luhan –Así probablemente dejará de recetar pastillas al notar que estás mejor sin ellas-

-Estoy de acuerdo- Dijo Kyungsoo –Además de que tu psiquiatra es simpático, yo creo que te quitará las pastillas y probará otro tipo de tratamiento o quizás te dé de alta.-

-Ojalá- Dijo Baekhyun suspirando –Estoy harto de estar aquí, ya llevo una semana y dos días-

-Yo llevo mañana cumplo dos semanas- Dijo Luhan.

-Yo llevo una semana, pero las he sentido como unas vacaciones, no me quejo- Dijo Tao –Es agradable a veces estar lejos de los problemas y sólo enfocarse en curarse-

-Yo llevo tres días y estoy muy feliz de haberme intentado matar- Dijo Kyungsoo.

-¿Por qué?- Preguntó Luhan. En ese momento llegaron las cuidadoras de todos con las bandejas con el desayuno de los cuatro. Los chicos les agradecieron antes de continuar conversando una vez que las cuidadoras se alejaron a una distancia prudente.

-Volviendo al tema, si no hubiera intentado matarme seguramente Kai jamás se habría atrevido a decirme sus sentimientos. Él es algo inseguro con esos temas- Dijo Kyungsoo.

-Te entiendo, mi novio jamás me dijo lo mucho que le importaba hasta el día en que desperté después de que me hicieron el lavado de estómago- Dijo Tao después de tragar un bocado.

-¿Tienes novio?- Preguntó Kyungsoo a lo que Tao asintió -¿Cómo se llama?-

-Se llama Kris, es mayor que yo pero nuestros sentimientos son sinceros- Dijo Tao.

-Yo quiero un novio- Suspiró Luhan.

-Yo también- Dijo Baekhyun aún masticando. -Nada que ver con el tema pero ¿Alguien tiene un delineador que me preste? El mío se rompió- Todos negaron –Rayos.-

-¿Les parece si hacemos karaoke?- propuso Luhan entusiasmado.

-Primero debemos preguntarle a los demás si les molesta- Dijo Tao.

-Obvio que vamos a preguntar- Dijo Luhan rodando los ojos.

-No molestes ciervo- Dijo Tao pegándole suavemente a Luhan. –Y menos cuando cante-

-Yo no canto bien- Dijo Kyungsoo.

-¿Bromeas? ¡Estás en un puto instituto de artes y te especializas en canto!- Exclamó Baekhyun.

-Grítalo más fuerte que no te escucharon en Latinoamérica- Dijo Kyungsoo con sarcasmo.

La conversación tomó otros tópicos en los que duró el desayuno. Después de que todos acabaran tuvieron que controlarse la presión y la temperatura, además de tomarse las pastillas. Luego, Baekhyun y Kyungsoo fueron a ducharse y vestirse, mientras que Luhan y Tao salían al jardín a fumar, que era una de las únicas cosas que les dejaban hacer para no aburrirse, antes de ir a terapia ocupacional.

-Oye Búho, ¿me prestas un bóxer?- Preguntó Baekhyun a lo que Kyungsoo asintió pasándole uno de los suyos –Gracias amigo-

-Siento que me iré sin depresión pero con serios problemas de adicción al cigarrillo- Le comentó Kyungsoo a Baekhyun mientras se vestían, guardando una cajetilla en el bolsillo de su pantalón.

-Yo no fumaba tanto antes, pero como no hay nada más que hacer… -Dijo Baekhyun poniéndose una camisa. –Tengo cartas, ¿te parece si jugamos?-

-Bueno, pero vayamos con el ciervo y el panda por si quieren jugar- Dijo Kyungsoo.

Al final terminaron los cuatro jugando póker junto a las cuidadoras y apostaban lápices de cera a falta de dinero. Después, Luhan y Tao fueron a terapia ocupacional mientras que Kyungsoo y Baekhyun conversaban de sus vidas, de la razón por la que llegaron al hospital y lo que querían hacer una vez fuera.

Fueron interrumpidos por el psiquiatra de Kyungsoo, quién lo llamó para hacer la terapia que hacían de Lunes a Viernes. Conversaron sobre las ganas de morir, sobre la vida de Kyungsoo, el doctor le dio algunos ejemplos muy estúpidos e infantiles para el gusto de Kyungsoo que solo provocó que odiara a su psiquiatra. El doctor le dejó una tarea a Kyungsoo que hiso que gimiera mientras pensaba “ni siquiera en el hospital me salvo de las tareas”.

Dieron las doce y eso indicaba el almuerzo, así que los dos jóvenes fueron al comedor dándose cuenta que Luhan y Tao habían vuelto de terapia ocupacional. Se sentaron junto a ellos y le preguntaron qué tal fue la terapia.

-Bien, o sea, hicimos lo de siempre- Dijo Luhan –Primero nos presentaron a una nueva compañera del sector de las chicas que se llamaba Yoora, hicimos un juego con todos los de la terapia y más tarde una actividad sobre cómo enfrentar los problemas, especialmente las trampas cognitivas-

-¿Qué son las trampas cognitivas?- Preguntó Kyungsoo.

-Por ejemplo, cuando llamas a alguien y esa persona no contesta y piensas que quizás no quiere contestarte porque se enojó contigo o que le pasó algo grave o cosas por el estilo- Explicó Tao.

-Básicamente, pasarse rollos- Complementó Luhan.

-Ya entendí- Dijo Baekhyun asintiendo un par de veces.

La comida llegó y los cuatros comieron en silencio ya que tenían mucha hambre. Esperaron al último en terminar y llevaron las bandejas a la cocina agradeciendo por la comida. Después se lavaron los dientes y fueron a sus habitaciones a dormir un rato ya que a esa hora a todos les daba mucho sueño. Mientras ellos dormían, Luhan y Tao iban a taller de manualidades.

A Kyungsoo lo despertó Eunji a la hora de tomar once, a las tres y media de la tarde. Fue junto a Baekhyun adormilado hacia el comedor, comieron en modo zombie que pronto fue cambiado por emoción porque después de comer venía la hora favorita de todos: El horario de visitas.

Inmediatamente después de comer Kyungsoo corrió al baño y se cepilló los dientes a la velocidad de la luz. Después se apresuró en molestar al técnico de la puerta para que abriera. Cuando dio la hora el técnico abrió la puerta y de a una persona fueron entrando los familiares y amigos de los pacientes. A Kyungsoo no le importaba mucho, sólo quería ver a Kai.

Entonces lo vio, llevando el uniforme del instituto y su mochila, dando su nombre y apellido para después ingresar divisando inmediatamente a Kyungsoo quién corrió hacia Kai y lo abrazó fuertemente, siendo levantado del suelo por su novio para después girar junto a él riendo. Se miraron por un momento sonriendo y sólo bastó un segundo para que Kai besara a Kyungsoo apasionadamente siendo correspondido de inmediato por el mayor.

Cuando se separaron entrelazaron sus manos y caminaron hacia el banco que estaba más escondido del lugar. Se sentaron y se besaron por un largo rato antes separarse, entonces Kai dio unas palmadas sobre sus piernas indicándole a Kyungsoo que se sentara encima de él cosa que el mayor hizo. Kai apoyó su barbilla en el espacio entre el cuello y el hombro de Kyungsoo, besando la mejilla de éste.

-¿Qué tal la vida?- Preguntó Kai acariciando las manos de Kyungsoo.

-Mejor, mucho mejor- Dijo Kyungsoo feliz –Te extrañé mucho- Confesó sonrojándose.

-Yo también te extrañé- Le dijo Kai –Sehun y Taemin te mandan saludos y muchos abrazos y besos-

-¡Qué tiernos!- Dijo Kyungsoo –Espera, ¿Por qué saben que estoy aquí?-

-Puede que me hayan amenazado ya que querían saber donde estuve ayer cuando se suponía que iba a asistir al instituto- Dijo Kai lentamente.

-No importa, sólo quería saber cómo se enteraron- Dijo Kyungsoo. -¿Qué tal la vuelta al instituto?-

-No quería volver- Se quejó Kai –La clase de historia es demasiado aburrida sin ti, además de que la profesora habló un poco sobre su solitaria vida… -

-Nadie quiere a esa vieja- Dijeron los novios al unísono para después reír.

-¿Sabes? Se nota que no estás, no puedo evitar buscarte en los pasillos- Confesó Kai –Además de que algunas personas me preguntan por ti y les digo que estás enfermo-

-No estás mintiendo- Le dijo Kyungsoo acomodándose en el pecho del menor.

-Como sea, no me gusta que pregunten por ti, me pongo celoso- Le dijo Kai besando la mejilla del mayor – Eres mío, mío, mío.-

-Soy todo lo que tú quieras- Dijo Kyungsoo dejándose besar.

-¿Qué tal el hospital?- Preguntó Kai -¿Tienes amigos?-

-Sí, tengo a Baekhyun, Luhan y Tao, hasta tenemos apodos- Dijo Kyungsoo –Baekhyun es un perro, Luhan es un ciervo, Tao es un panda y yo soy un búho-

-¿Por qué un búho?- Preguntó Kai.

-Por mis ojos- Dijo Kyungsoo girándose a ver a Kai abriendo mucho los ojos, rozando su nariz con la del menor.

-Me encantan tus ojos- Murmuró Kai antes de besar suavemente a Kyungsoo -¿Y qué tal tu doctor?-

-Lo odio-

-¿Por qué?-

-Te voy a decir algo que él me dijo hoy- Dijo Kyungsoo –El dijo “Éste –Kyungsoo hizo la mímica de levantar un lápiz- es el lápiz espanta hipopótamos. Desde que tengo este lápiz ningún hipopótamo se me ha acercado. Un días voy al zoológico y voy hacia los hipopótamos, el hipopótamo se me acerca y yo ocupo mi lápiz espanta hipopótamos pero el hipopótamo no se va.” Ahora, ¿Tiene lógica?-

-… En parte sí- Dijo Kai.

-La respuesta es no- Dijo Kyungsoo –Bueno, eso es más o menos lo que me dice, además de dejarme tareas, es súper triste, ni estando hospitalizado me salvo de las tareas-

-Qué pena- Dijo Kai abrazando fuertemente a Kyungsoo –Qué pena, qué pena, qué pena-

-¿Sabes? Hoy le presté un bóxer a Baekhyun- Dijo Kyungsoo.

-¡Wow, no lo puedo creer!- Ironizó Kai –Kyungsoo, es la cosa más seria y profunda que me has dicho-

-… Tonto- Dijo Kyungsoo recibiendo muchos besos por parte de Kai. -¿Me harías un favor?-

-Cualquier cosa por mi hermoso novio- Dijo Kai.

-¿Me traficarías chocolate mañana?- Pidió Kyungsoo poniendo cara de cachorrito abandonado.

-¿Por qué traficar?- Preguntó Kai.

-Porque no nos dejan comer chocolate- Respondió Kyungsoo – ¿Lo puedes hacer?-

-Convénceme- Dijo Kai cerrando los ojos. Kyungsoo no desaprovechó la oportunidad para levantarse y volver a sentarse pero esta vez sobre la cadera de Kai, pasando sus piernas por los costados de la cadera del menor. Kai abrió los ojos sorprendido, Kyungsoo miró hacia todos lados antes de besar apasionadamente a Kai, poniendo sus manos debajo de la camisa del uniforme del menor, acariciando la piel morena del otro.

Lo peor para Kai fue cuando Kyungsoo comenzó a presionar su entrepierna con la propia sin romper el beso, además de que el mayor comenzó a gemir suavemente cuando las manos de Kai se movieron involuntariamente hacia el trasero de éste.

Era demasiada tentación para Kai, así que a su pesar se separó de Kyungsoo.

Sólo un poco.

-Está bien, te traeré todo lo que quieras- Dijo Kai sobre los labios del mayor quién sonrió y volvió a besar a su novio con manos traviesas que acariciaban el borde del elástico del bóxer de Kai.

Estuvieron besándose por minutos, hasta que el llamado de los técnicos diciendo que la hora de visitas había terminado los separó. Ambos gimieron desganados y se levantaron de la banca. Kai se puso la mochila en la espalda para después tomar la mano de Kyungsoo, caminando junto a él hacia la salida.

Mientras caminaban apareció Baekhyun quién se despedía de su familia, así que Kyungsoo lo llamó para que se acercara a ellos. Baekhyun pensó que le presentaría a su novio así que se arregló un poco y caminó sonriente hacia ellos.

Entonces Kyungsoo le desabrochó rápidamente los pantalones y se los bajó a medio muslo.

-¿Ves que tiene mis bóxers?- Le dijo Kyungsoo a Kai quién miró la ropa interior con el ceño fruncido.

-No te conocía esos- Dijo mirando a su novio.

-Son casi nuevos- Dijo Kyungsoo encogiéndose de hombros.

-¡Por lo menos preséntanos!- Exclamó Baekhyun avergonzado, subiéndose los pantalones.

-¡Ah, sí! Baekhyun, mi hermoso y talentoso novio Kai. Kai, mi amigo Baekhyun- Presentó Kyungsoo con normalidad.

-Un gusto- Dijo Kai ofreciéndole una mano a Baekhyun. Quién la aceptó algo sonrojado por la vergüenza que acababa de pasar –Por favor, cuida de mi Kyungsoo-

-Por supuesto- Dijo Baekhyun.

-Entonces te lo encargo- Dijo Kai sonriendo levemente –Nos vemos-

-Sí, adiós- Se despidió Baekhyun mirando como la pareja se alejaba hacia la puerta.

Los novios se besaron lentamente en la puerta molestando al técnico hasta que éste tiró de Kai de la mochila sacándolo del lugar. Kai le gritó un “Adiós mi amor” tras la puerta que Kyungsoo le respondió con un “Adiós mi amor, mi cielo, mi bebé, mi pan de cada mañana, mi vida, mi corazón… ” Interrumpido por un “Ya entendí, te amo” de Kai a lo que Kyungsoo le respondió “Yo también te amo”.

-¡Ya vete!- Gritó el técnico a Kai asustando a ambos jóvenes. Kai se marchó con un puchero mientras que Kyungsoo saltaba de alegría dirigiéndose hacia donde estaban sus amigos.

-¿Y?- Le preguntó Luhan a penas llegó Kyungsoo.

-¿Y qué cosa?-

-¿Cómo te fue con Kai?- Le preguntó con cara de picardía.

-Pues… Maravillosamente- Dijo Kyungsoo suspirando como tonto -¿Por qué la pregunta?-

-No sé yo, sólo que los vi un poquito calientes recién en la banca- Dijo con una sonrisa cómplice –Ya, dinos ¿Te metió mano?-

-Sólo un poco- Dijo Kyungsoo sentándose en el pasto junto a sus amigos –Yo toqué más-

-¿Dónde?- Preguntó Tao muy interesado.

-Toqué sus abdominales sensuales, ¿Les conté que es bailarín?- Los otros negaron –Es el mejor bailarín del instituto y cuando se saca la camisa, se los juro, tenemos que nadar en la baba de la gente.-

-Suena mucho mejor que bien- Dijo Baekhyun lamiéndose los labios.

-Pero es mío y él me ama por mi imbecilidad, mi falta de autoestima, mi humor negro, mi torpeza y por mi fealdad fea- Dijo Kyungsoo con orgullo.

-No sé si eso es bueno o malo- Le murmuró Luhan a Baekhyun.

Volvieron a conversar comentando sobre los chicos y chicas inolvidablemente guapos que habían visto en sus vidas hasta que fue la hora de la cena a las seis de la tarde. Cenaron con el mismo tema de conversación y volvieron a salir al jardín en donde conversaron con las cuidadoras sobre la vida mientras fumaban tabaco.

Cuando fue cambio de turno, a las ocho de la noche, decidieron que era una hora ideal para hacer karaoke así que estuvieron cantando y bailando hasta que los llamaron a controlarse otra vez  además de tomarse sus pastillas.

Tocaron las diez y fue Baekhyun a quién se le ocurrió jugar a verdad o reto con agua y jugo en vez de alcohol. Al final, terminaron los cuatro solo vestidos con bóxers, con la cara “maquillada”, marcas de besos con labial junto a dibujos de penes en todo el cuerpo.

Después de que los obligaran a bañarse para sacarse toda pintura de sus cuerpos, Kyungsoo se despidió de todos los pacientes, técnicos y cuidadoras antes de irse a dormir.



Capítulo 4: Flores del color de la felicidad.


A penas Kyungsoo logró separarse de Kai tomó la mano del menor y lo condujo por el jardín a una banca algo escondida tras unos arbustos. Ambos se sentaron pero pronto Kai estuvo apoyado sobre el hombro de Kyungsoo mientras soltaba sonidos como de berrinche que sonaban muy tiernos al oído del mayor.

-Pensé que morirías- Murmuró Kai después de unos minutos de silencio.

-Yo también- Respondió Kyungsoo del mismo modo.

-¿Por qué lo hiciste?- Preguntó Kai tomando las manos de Kyungsoo y acariciándolas.

-Es difícil explicarlo. Cuando estas deprimido a veces se llega a un punto en el que la vida simplemente es una mierda que no quieres o no puedes seguir aguantando. Yo en algún momento me sentí tan solo que incluso estando con gente a mi alrededor seguía sintiéndome de esa forma.- Dijo Kyungsoo cerrando los ojos mientras disfrutaba la caricia que le daba el menor –Llegué a pensar y sigo pensando que realmente no le importo a nadie, que moriría solo, que nadie lloraría por mí y que era una carga para los demás… -Kyungsoo sonrió tristemente –De hecho, me sorprende que estés aquí-

Kai detuvo sus caricias y tomó las manos del mayor para que éste lo mirara -Kyungsoo, tú me importas demasiado. Jamás podría dejarte morir sin hacer algo por evitarlo- Dijo con una mirada honesta –Así que por favor, no vuelvas a cometer una locura como esa-

-¿Te das cuenta dónde estoy?- Preguntó Kyungsoo sonriendo -¡En un hospital psiquiátrico! ¿Lo entiendes? Estoy jodidamente loco-

Kai sonrió con ternura –No estás loco hyung, no más de lo normal-

-Gracias- Dijo Kyungsoo con sarcasmo. Kai rió y abrazó al mayor con un agarre muy apretado, como si temiera que Kyungsoo escapara de su lado. Kyungsoo rió suavemente correspondiendo al abrazo y aspirando el perfume que Kai ocupaba, cuyo olor simplemente le encantaba. Kai acomodó a Kyungsoo en su pecho mientras que éste abrazaba el tronco del menor suspirando y sin borrando la sonrisa de su rostro.

-Te extrañé demasiado- Murmuró Kai sin soltar su agarre sobre el mayor –De verdad, si hubiera tenido señal te habría llamado a todas horas y te habría molestado todo el día con mis mensajes-

-Te creo, sólo un poquito- Dijo Kyungsoo disfrutando estar en los brazos del otro. –Te agradezco que hayas venido de todo corazón, es bonito saber que le importas a alguien-

-En la cárcel y en el hospital se revelan los verdaderos amigos- Dijo Kai pensando que la realidad era otra, que a él no le interesaba Kyungsoo como amigo, a él le gustaba Kyungsoo como alguien para amar.

-Es bueno tenerte como amigo- Dijo Kyungsoo.

Entonces Kai se dio cuenta de algo: Kyungsoo estaba en un campo minado, un paso y podría morir. Había comprobado que el mayor estaba dispuesto a acabar con su vida de más de una manera y que su vida no le importaba en ni en lo más mínimo. Estaba a contra reloj. Si no le decía sus sentimientos pronto, quizás jamás podría volver a tener la oportunidad para decirle:

-No quiero ser tu amigo-

Kyungsoo se separó del menor inmediatamente con el ceño fruncido y mirándolo sin entender sus palabras -¿Qué dijiste?-

-No quiero ser tu amigo- Repitió Kai mirándolo a los ojos.

-¿Qué mierda? Dime que es una broma, no puedo perderte a ti también- Dijo Kyungsoo sintiendo que el mundo se caía y que caía en un agujero sin fin.

Kai tragó hondo, suspiró y tomó a Kyungsoo desde los hombros mirándolo fijamente. Era ahora o nunca, y Kai sabía que no habría segundas oportunidades para él o para Kyungsoo.

-Kyungsoo, yo desde que te vi me sentí atraído hacia ti. Creo que eres una persona maravillosa, muy fuerte, divertida y amable, con un hermoso corazón. Con el paso del tiempo esta atracción se transformó en otra cosa que no sabía lo que era hasta hace poco. –Kyungsoo escuchaba atentamente las palabras del menor, aún confundido por todo lo que pasaba. Entonces escuchó aquellas palabras que solo creyó que escucharía en sus mejores sueños –Yo te amo Kyungsoo-

-¿Qué? Pero… No puede ser. Tu… Yo… ¿Estás seguro? Porque… ¡Aish!- El mayor se rascó la cabeza frustrado y después se cruzó de brazos frente a la mirada confundida de Kai –Te odio-

-¿En serio?- Preguntó Kai preocupado.

-¡No!- Exclamó Kyungsoo inmediatamente -Eres perfecto, es decir, no lo eres pero a mi parecer… - Kyungsoo se calló al notar que estaba diciendo cosas que el otro no debía saber –Olvídalo- Y se levantó dispuesto a volver junto a Baekhyun para procesar todo aquello que había escuchado. Sin embargo Kai lo detuvo sosteniéndolo del brazo.

-Kyungsoo, yo te amo, y te protegeré incluso de ti mismo, te cuidaré siempre y estaré junto a ti cuando lo necesites y cuando no también. Yo quiero estar a tu lado eternamente y amarte honestamente… Así que por favor… Sé mío- Dijo con sinceridad y decisión en sus palabras.

-¿Quieres que sea tu novio?- Le preguntó Kyungsoo sin poder creer lo que el otro le pedía. Kai asintió -¿A pesar de que sea un depresivo de mierda y de que esté loco?-

Kai cambió su mirada a una más cariñosa y abrazó al mayor cálidamente –No eres un depresivo de mierda, solo estás pasando por una etapa difícil de tu vida. Y no eres el único loco, yo estoy loco por ti-

-¿Sabes que yo quizás mañana no esté con vida? ¿Qué un día cualquiera podrían darme ganas de morir nuevamente?- Kai asintió -¿Aún así quieres que sea tu novio?-

-Quiero estar contigo, sin importar lo que suceda. Quiero abrazarte, besarte, tomar tus manos y verte sonreír cuando esté a tu lado. Quiero que pases hermosos momentos a mi lado. –Kai se separó un poco de Kyungsoo, solo lo suficiente como para verse frente a frente -¿Quieres ser mi novio?-

Kyungsoo no podía creer lo que estaba oyendo. Él pensó que moriría solo y que nadie lo querría como él deseaba. Creyó firmemente que estaba solo contra el mundo, que la vida no valía la pena sintiéndose de esa manera. Sin embargo, ahora, frente a él, estaba el chico que le gustaba y le estaba preguntando si lo dejaba amarlo y si él lo amaría de vuelta.

Bendita vida.

-…Sí… Sí, mierda sí- Dijo Kyungsoo abrazándose fuertemente al menor quién sonrió feliz de haber sido correspondido.

Estuvieron abrazados por unos minutos siendo separados por el aviso de los técnicos de que las visitas tenían que marcharse. Se miraron sin querer despedirse y Kyungsoo hizo un puchero ya que no quería que ese momento se acabase, al igual que Kai, quería que durara para siempre.

Para cuando se dio cuenta sus labios estaban unidos a los de Kai. Cerró los ojos suspirando entre el beso y afirmándose de los hombros de Kai mientras que este mantenía sus manos en la cintura del mayor. Los labios de Kai eran simplemente maravillosos, exquisitos, sabrosos y adictivos. Pronto sintió la lengua del menor acariciando sus labios, pidiendo permiso para penetrar su boca.

Por supuesto, le permitió la entrada.

Y se estremeció cuando sintió esa cálida lengua acariciándolo de esa manera tan íntima, pasional. Si no fuera porque Kai lo sostenía habría caído al suelo, ya que sus piernas de pronto no podían sostener su peso y de pronto el mundo daba vueltas y vueltas.

-¡Kyungsoo, deja ir a tu noviecito!- Exclamó uno de los técnicos acabando el momento. Los ahora novios se separaron sonrojados pero sonriendo y Kai aprovechó de robarle un beso a Kyungsoo antes de tomarle la mano.

-¿Me vas a dejar a la puerta?- Le preguntó Kai a Kyungsoo. Éste asintió y se apoyó en el hombro de Kai mientras caminaban como par de enamorados que eran.  Fueron a paso lento ante la mirada de ternura de las cuidadoras y la de fastidio del técnico que los esperaba en la puerta.

-¿Vendrás mañana?- Preguntó Kyungsoo mirando a Kai.

-Por supuesto, vendré todos los días- Dijo Kai acariciando la mano de Kyungsoo. Al llegar a la puerta se miraron frente a frente sonriendo y Kai tomó con suavidad el rostro del mayor, dándole un beso en los labios y después uno en la frente. –Te amo, nos vamos mañana-

-Yo también te amo- Murmuró Kyungsoo muy sonrojado.

-Yo también los amo pero necesito que se separen ahora- Dijo el técnico de la puerta aburrido de esperar a que los novios se separaran. Kai y Kyungsoo se separaron avergonzados –Joven, retírese por favor-

-Sí, lo siento- Dijo Kai saliendo del recinto escuchando como la puerta se cerraba tras él. Suspiró antes de sonreír, comenzando a saltar y a celebrar por haber sido correspondido. Al llegar al auto de su madre ella le preguntó por Kyungsoo –Pues… Ahora es mi novio- Confesó avergonzado siendo felicitado por su madre.

Por otra parte, Kyungsoo estaba saltando, girando y gritando de felicidad, haciendo que Baekhyun, Luhan y Tao se acercaran a él pensando que estaba en una de sus crisis depresivas.

-¡Amo la vida, soy feliz!- Gritó Kyungsoo -¡Sáquenme de aquí, ya estoy curado!- Los demás lo veían entre divertidos y preocupados, ya que parecía que Kyungsoo se hubiera vuelto realmente loco. -¡Quiero vivir!-

-¿Llamo al doctor?- Preguntó Luhan a Baekhyun mirando a Kyungsoo. El chico negó.

-Dejémoslo disfrutar por un rato, si sigue así por mucho tiempo llamamos a los enfermeros- Dijo Baekhyun –Parece que simplemente le dieron una buena noticia o algo por el estilo-

-¡Baekhyun! ¡Luhan! ¡Tao!- Llamó Kyungsoo cuando se dio cuenta de la presencia de sus amigos – ¡Kai y yo somos novios!- Los tres corrieron a felicitar a Kyungsoo quién aceptó los abrazos de sus amigos efusivamente. –Estoy tan feliz, siento que podría morir de felicidad-

-Oye… ¿No tendrás bipolaridad en vez de depresión?- Dijo Tao en broma.

-Cállate Tao- Dijo Kyungsoo aún sonriendo –Nada de lo que digan o hagan me harán dejar de sonreír-




Capítulo 3: El hospital psiquiátrico



Abrió los ojos lentamente y supo que no había logrado su cometido. Se odió y odió a la persona que lo había encontrado en ese momento tan determinante. También odió a todos los que ayudaron a salvar su vida. Sabía que no estaba muerto, era demasiado obvio. También sabía que ahora lo tacharían de loco y lo mandarían a un hospital psiquiátrico de urgencia a penas le dieran el alta.

-Debí haberlo intentado cuando terminaran las clases, ahora estaré atrasado- Murmuró Kyungsoo haciendo una mueca.

La habitación era como todas las de los hospitales, blanca, con ese olor a limpio que desagradaba y aquel silencio que incomodaba. ¿Lo peor? No había nadie durmiendo a su lado como lo hacen en las películas o en los libros románticos. Ni siquiera había unas míseras flores.

Suspiró.

¿Para qué lo salvan de la muerte si no están con él en la vida?

Rodó los ojos. Definitivamente odiaba a la humanidad por hacer la vida una jodida mierda. Prefería mil veces haber muerto a que lo salvaran. No le importaba mucho lo que pensaran de él, total, ya lo veían como “el rarito”, pero no soportaría que además de aquel apodo lo llamaran “el depresivo”, “el niño que quiere llamar la atención”, “el tipo suicida”, “el loco que quiere morir”.

¿Qué saben ellos de querer morir? ¿Qué saben ellos de pensar que la vida no tiene sentido y que la única opción es acabar con ella? ¿Qué saben de esa casi necesidad de atentar contra su propia vida? ¿Qué saben de la horrible desesperación de salir de aquel agujero lo antes posible?

Definitivamente era mejor morir y ahorrarse explicaciones a vivir con un cartel en la frente que dijera “loco”.

Gimió de pereza cuando vio que su psiquiatra entraba a la habitación con mirada preocupada. Se acomodó entre las almohadas preparándose para el sermón que le iba a tocar. Primera mierda después del intento de suicidio. No es que odiara al doctor que lo estaba tratando desde que le exigió a sus padres llevarlo al psiquiatra, sino que tenía el maldito don de hacerlo llorar.

-Do Kyungsoo- Llamó el psiquiatra.

-Lee Jinki- Dijo Kyungsoo con el mismo tono.

-¿En qué estabas pensando?- Preguntó el psiquiatra sentándose en una silla al costado de la cama. Kyungsoo lo miró con una cara de “¿No es obvio?” –Necesito saber exactamente lo que pasó por tu mente-

-Simplemente quería acabar con todo, tenía tanto odio y tristeza dentro de mí que necesitaba dejar de sentirlo para siempre. No sé, mi cerebro simplemente dijo “muere” y mi cuerpo lo obedeció, yo tampoco quería detenerlo- Dijo Kyungsoo mirando a la pared frente a él –Fue extraño, no podía pensar en otra cosa que en morir. Lloraba pero al tomar las pastillas solo logré sentirme mejor, incluso excitado, y cuando me ahorqué… Fue maravilloso estar tan cerca de acabar con todo este sufrimiento que me ha perseguido por tanto tiempo-

-Sabes que irás a un hospital psiquiátrico después de esto, ¿Verdad?- Le preguntó el psiquiatra después de suspirar. Kyungsoo asintió -¿Cómo te sientes respecto a eso?-

-No sé, supongo que será como un primer día de clases en un instituto nuevo, sólo que con gente de otras edades- Dijo Kyungsoo. –Nervioso, sería la palabra correcta-

-¿Quieres saber sobre tu familia?- Kyungsoo negó sin mayor expresión. En esos momentos los odiaba más que a otra persona, especialmente a su mamá. Estaba demasiado decepcionado y herido como para querer verlos o escuchar de ellos -¿Y sobre Kai?-

-Él ya no contesta mis llamadas. Creo que me odia- Dijo Kyungsoo con voz triste. La sensación de haber perdido a Kai se sintió igual o peor a cuando  rompió su amistad con Chanyeol–Y pensar que comenzaba a gustarme, él es realmente un buen chico, es guapo y divertido. Supongo que así de mierda es la vida-

-Si hubieras esperado un poco más para ahorcarte habrías sabido que Kai te fue a buscar a penas llegó de sus vacaciones- Dijo el doctor –Y de todas maneras, debes saber que él fue el que te encontró, el que llamó a la ambulancia y el que cortó la corbata que te ahorcaba-

Kyungsoo lo miró sorprendido, con la boca semi abierta y los ojos abiertos. Después relajó sus facciones e hiso una mueca. Puso sus brazos debajo de su cabeza y sonrió con tristeza, comenzando a sentir los ojos húmedos y la garganta adolorida. Se mordió el labio inferior para no llorar pero fue inevitable.

Porque el pensamiento de no volver a ser amigo de Kai lo lastimaba mucho.

-Genial, simplemente genial- Dijo entre lágrimas –Ahora va a pensar que soy un suicida de mierda, que me importa una mierda mi vida –lo que es cierto- y no va a volver a hablarme porque a nadie le gusta tener de amigos a personas depresivas como yo-

-Kyungsoo… -Intentó decir Jinki pero se calló al ver la mirada del menor.

-¿Por qué simplemente no me dejas morir?- Le preguntó Kyungsoo –Yo no quiero seguir viviendo. Es demasiado doloroso, ya olvidé como se disfrutaba la vida-

-Necesito que te calmes- Pidió Jinki –Escúchame, no voy a dejar que mueras. ¿Entendido? Ahora, a penas salgas de aquí, irás directamente al hospital psiquiátrico de Seúl en donde estarás hasta que te vea mejor y cuando te vayas de alta vivirás con tu padre porque te mandaré a una psicóloga que hace una terapia especial en la que tendrán que estar presentes tanto tú como tu familia-

-Suena divertido- Ironizó Kyungsoo. Jinki sonrió.

-Es bueno saber que aún tienes sentido del humor- Dijo -¿Alguna petición para cuando estés en el hospital?-

-No quiero ver a mi familia. De ninguna manera-

La primera noche en el hospital fue bastante normal, tal y como lo pensaba Kyungsoo. Al siguiente día le hicieron algunos exámenes y le permitieron bañarse. Al tercer día fue dado de alta en el hospital solo para ser mandado al hospital psiquiátrico que quedaba cruzando la calle. Por esto, Kyungsoo encontró ridículo que ocuparan una ambulancia para llevarlo y que lo transportaran en camilla.

-Oigan, no estoy tan mal, puedo caminar por mi cuenta- Le dijo a los enfermeros que lo llevaban.

-Lo sabemos, es solo protocolo- Le respondió uno con una sonrisa.

-Protocolo de mierda- Murmuró Kyungsoo sonrojándose un poco al ver como los demás pacientes  del hospital psiquiátrico lo miraban con curiosidad.

Justo después de poder levantarse le hicieron quitarse los cordones de los zapatos, también cualquier tipo de cuerda, como el que tenía en el polerón. Le explicaron que los celulares y cualquier aparato tecnológico estaban prohibidos además de que no podía tener lápices en su poder. Tampoco estaban permitidos elementos que estuvieran hechos de vidrio o objetos punzantes.

Mandaron a un psiquiatra y a un psicólogo a hablar con él durante lo que parecieron días, pero en realidad fueron un par de horas. Justo cuando terminó aquella etapa tocó la hora de cenar (a pesar de ser a penas las seis de la tarde).

-¿Es una broma?- Preguntó a la nada -¿Cómo mierda comen a ésta hora?-

-Te acostumbras después de unos días- Dijo alguien a sus espaldas, una voz femenina. Kyungsoo la miró –Soy Eunji, tu cuidadora-

-¿Mi cuidadora?- Preguntó Kyungsoo.

-Sí, te seguiré por todo el hospital hasta que acaba mi turno. Mi deber es cuidar de que nada te pase, vigilarte y acompañarte en tu estadía- Dijo la mujer con una sonrisa.

-Oh, eso suena bien- Dijo Kyungsoo algo nervioso, sin saber que hacer.

-Ve a sentarte, yo iré por tu cena- Dijo Eunji dejándolo solo. Pero no lo estuvo por mucho tiempo, unos segundos después unos chicos de más o menos su edad lo llamaron con señas para que se acercara a donde estaban sentados ellos en la larga mesa. Se presentaron como Baekhyun, quien era bastante divertido, Luhan, el más lindo entre todos, y Tao quién era el menor del grupo.

-¿Y tú cómo te llamas?- Preguntó Baekhyun.

-Soy Do Kyungsoo- Se presentó el chico –Tengo diecisiete años-

-Siéntate, después haremos el interrogatorio- Dijo Luhan haciendo sonreír a Kyungsoo.

Después de la cena fueron al jardín a conversar siendo siempre vigilados por las cuidadoras personales de cada uno. Kyungsoo descubrió que todos ellos estaban ahí por lo mismo que él, solo que Baekhyun, Luhan y Tao intentaron matarse sólo con pastillas. Más tarde uno de los técnicos del hospital le trajo la ropa que su familia le había mandado. Kyungsoo se acomodó en su nueva habitación que compartía con Baekhyun y conoció a su cuidadora de noche quién era una señora bastante mayor y cariñosa llamada Ji Hyo.

Fue difícil para Kyungsoo dormir esa noche, pero finalmente pudo conciliar al sueño al sentirse más tranquilo y relajado en aquel lugar.

A la mañana siguiente, Kai despertó cerca de las once. Desde que encontró a Kyungsoo colgado que no había ido al instituto estaba algo traumado, además, la preocupación de saber cómo estaba el mayor no lo dejaba tranquilo. Sabía que estaba bien, que no quería ver a su familia y que había sido internado en el hospital psiquiátrico de Seúl. Esa era la única información que dominaba.

Sus padres entendieron la situación. Ellos sabían por Kai que Kyungsoo tenía depresión y se sorprendieron cuando Kai llegó llorando a su casa sollozando “Kyungsoo estaba ahorcado”, por eso le concedieron una semana de recuperación psicológica antes de que volviera al instituto. Pero antes de eso Kai quería asegurarse de que Kyungsoo estuviera bien.

Entre todo lo “bien” que se podía.

Por eso, se armó de valor y fue a visitar a Kyungsoo en el horario de visitas del hospital. Al entrar, luego de dar su nombre y apellido al técnico que se encontraba en la puerta que daba al lugar, pudo ver que muchas personas estaban junto a sus familias o amigos y pensó en lo triste y deprimido que se debía sentir Kyungsoo al ser el único sin visitas a pesar de que éste mismo lo había pedido de esa manera.

Lo buscó por todo el jardín pero no lo encontró. Le preguntó a uno de los técnicos donde se encontraba y él lo guió hasta una sala de estar del hospital. La sala tenía una televisión enorme, muchos sillones y una mesa, además de mensajes de apoyo en papeles que habían escrito los anteriores pacientes.

Pero lo más impresionante para Kai fue ver a Kyungsoo bailando y cantando junto a Baekhyun, riéndose como locos mientras las cuidadoras de ambos los veían divertidas. Ante los ojos de Kai, esa escena era simplemente maravillosa, ese era el Kyungsoo del cual se había enamorado con el paso del tiempo, ese era su Do Kyungsoo. Y haría hasta lo imposible por conocer al Kyungsoo sano y feliz.

-¡Kyungsoo!- Llamó Kai haciendo que éste dejara de bailar y cantar para girar hacia donde estaba y mirarlo sorprendido al reconocer la voz.

-… Kai- Dijo Kyungsoo sin poder creer que Kai lo hubiera ido a visitar. Él había gritado a los cuatro vientos que nadie lo quería como para que lo fueran a ver sin embargo ahí estaba el menor quién no perdió tiempo y se acercó corriendo hacia Kyungsoo, abrazándolo a penas estuvo a su alcance. -¿Estas…?-

-No puedes dejarme… No puedes dejarme- Sollozó Kai escondiendo su rostro en el cuello de Kyungsoo. Éste último sonrió levemente y acarició el cabello del menor.

-Estoy aquí Kai, estoy aquí-



Capítulo 2: El secreto no tan secreto de Kyungsoo.


-¿Cómo te ha ido en la universidad hijo?-

Esa era la pregunta que comenzaba con la pesadilla que Kyungsoo sufría cada noche que su familia cenaba junta.

Su familia se conformaba por su padre quién desde algunos años se había separado de su madre. Ésta última quién era la jefa del hogar, su hermano mayor quién era muy inteligente, pero también egocéntrico y muchas veces inventaba hechos para que los demás creyeran en sus palabras, su hermano menor de siete años quién tenía un trastorno espectro autista y finalmente, él, Do Kyungsoo.

Tener a un hermano mayor inteligente y egocéntrico era un golpe al autoestima de Kyungsoo, quién no creía ser tan inteligente como los demás les decían porque no podía evitar compararse con su hermano, quién siempre se jactaba de sus aprendizajes. Kyungsoo amaba a su hermano, pero a veces deseaba que fuera un poco más humilde y que no hiciera cuentos sobre cosas en las que era un completo ignorante.

Por otro lado, tener un hermano menor con un trastorno espectro autista era todo un desafío. Era complicado comunicarse con él, era aún más difícil cuidarlo y protegerlo de los peligros de los que el menor no era consciente. En muchas ocasiones Kyungsoo pensó en simplemente rendirse y dejar que su hermano menor hiciera lo que quisiera cada vez que le tocaba cuidarlo.

Y su madre, a quién admiraba como mujer pero no como madre, ella simplemente servía para dar órdenes. Ella sabía qué hacer y cómo hacerlo pero no era muy eficiente, por lo tanto le ordenaba a alguien más que lo hiciera por ella. Finalmente, era como una dictadora.

Por último, su padre era un buen hombre, cariñoso con él y sus hermanos. Su única queja con él era que no lo veía tanto como quería y que casi nunca podía estar en sus momentos más complicados.

Las discusiones familiares, los golpes a la autoestima, el estrés y la frustración de cuidar a su hermano sumado a su personalidad sincera y bastante sensible solo lograron que Kyungsoo llegara a un estado muy doloroso, y que nunca quisiera volver a su casa las tardes después de la escuela.

Por suerte tenía a su mejor amigo Chanyeol, quién lo invitaba a su casa, quién lo entendía y lo ayudaba, además de ser un intento de psicólogo personal que en realidad solo servía para que Kyungsoo se desahogara.

Con el motivo de que en su casa la pasaba horrible, Kyungsoo intentaba que sus horas dentro del instituto fueran divertidas y alegres, por lo que podías verlo sonriendo, haciendo bromas de buen gusto, coqueteando con algunas chicas a pesar de declarar abiertamente su homosexualidad y haciendo el ridículo muchas veces sin miedo al qué dirán.

Por eso, fue apodado como “el rarito” ya que no importaba como, siempre lo veías feliz, haciendo locuras o bromas frikies.

A Kai le gustaba mucho la personalidad alegre de Kyungsoo ya que se contagiaba de la buena vibra que el mayor transmitía y sus días se volvían más brillantes, además del humor negro que poseía Kyungsoo que era muy similar al de él y los millones de gustos que compartían.

Las clases que compartían (Historia, química y matemáticas) se habían vuelto muy divertidas para ambos, ya que hacían el tonto, conversaban de la vida, se ayudaban a resolver las actividades e incluso tenían su código para copiar las respuestas del otro en los exámenes.

En ese tiempo que pasaban juntos se habían vuelto bastantes cercanos, al punto en que Kyungsoo conocía a Sehun y a Taemin –amigos de Kai- y conversaba con ellos sin incomodidades. También se juntaban después de clases a jugar video juegos o andar en bicicleta por las calles menos transitadas de la cuidad.

Para Kai, las risas nunca faltaban cuando se trataba de Kyungsoo. Le gustaba ver esa sonrisa con forma de corazón, escuchar los divertidos comentarios frikies que decía a menudo y aún más, le encantaba cuando el mayor cantaba porque se notaba que lo disfrutaba tanto como él disfrutaba bailar.

Definitivamente Do Kyungsoo era el tipo ideal de Kai.

Entonces…

Kai iba caminando por los pasillos desiertos del instituto. La campana de salida había sonado hace horas, pero él había olvidado un trabajo muy importante en su casillero así que había vuelto a buscarlo. Se sentía extraño caminar por ahí solo, ya que acostumbraba a que estuviera lleno de personas en todas partes por lo que apresuró el paso para salir de ahí lo antes posible.

Tan pronto como tuvo su trabajo en sus manos notó que en el salón de música en el segundo piso estaba Kyungsoo cantando y girando alegremente. No pudo evitar sonreír y apresurarse a llegar a aquel lugar para estar junto a Kyungsoo. Él y su maldita necesidad de verlo. Subió las escaleras casi corriendo, caminó velozmente por el pasillo que lo conectaba al salón de música y cuando miró por la ventana notó que Kyungsoo no estaba solo: Park Chanyeol lo estaba acompañando.

E hiso la pregunta que le cambió la vida a Kai.

-¿Estás seguro de que tienes depresión?-

Kyungsoo dejó de cantar y girar. Miró divertido a su amigo y rió levemente.

-¿Qué? ¿Quieres que te muestre las boletas del psiquiatra?- Dijo Kyungsoo con una gran sonrisa.

-¿Qué?- Murmuró Kai entrando al salón, haciendo notar su presencia a los dos amigos quienes lo miraron sin una expresión en particular.

-¡Kai!- Saludó Kyungsoo dándole un suave abrazo al moreno. –Es bueno verte-

-¿Cómo es eso de que tienes depresión?- Preguntó Kai preocupado por su compañero.

-Pues, eso. No hay mucho que explicar- Dijo Kyungsoo bajando la mirada sin perder su sonrisa. –Por favor no se lo cuentes a nadie, no es que sea un gran secreto pero creo que es algo bastante personal que no quiero que todos sepan-

-No te preocupes, no le diré a nadie pero…- Kai simplemente no podía creerlo -¿Cómo es que una persona tan alegre como tu esté tan triste por dentro?-

-Nadie realmente sabe que tan heridos estamos por dentro- Dijo Kyungsoo mirando a Kai. Éste le dio una mirada apenada por haber pensado que alguien como Kyungsoo no sentía un dolor tan grande como para estar deprimido –Pero no te preocupes, estoy trabajando en ello-

-¿Hace cuanto?-

-Emmm… ¿Un año y medio?- Respondió Kyungsoo con algo de miedo.

Kai suspiró.

-Kyungsoo, tengo que irme- Anunció Chanyeol levantándose de la mesa en la que estuvo sentado. -¿Nos vemos mañana?-

-Si no me mato, entonces sí- Chanyeol lo miró mal –Esta bien, no me mataré, cálmate- El más alto se marchó haciéndole una pequeña reverencia a Kai –Bueno, se está haciendo tarde, será mejor que también te vayas- Le dijo a Kai.

-¿Y tú?- Le preguntó el menor.

-En realidad no tengo muchas ganas de ir a casa, me quedaré un poco más- Dijo Kyungsoo caminando por el salón –Estar aquí me tranquiliza, me gusta cantar aunque lo hago muy mal y puedo pensar en que saldré de esto si me lo propongo seriamente-

-Ven a mi casa- Propuso Kai buscando en su mente una buena excusa –Estudiemos historia, sabes que nunca prestamos atención en esa clase por estar conversando. Busquemos información en internet y preguntemos por unas fotos con los apuntes en el chat del curso-

-Es una buena idea, hagámoslo-

Con otras excusas de ese tipo fue que Kyungsoo comenzó a pasar incluso más tiempo con Kai, volviéndose mejores amigos con el paso del tiempo.

A la vez que Kyungsoo conseguía un buen amigo, también perdió uno muy querido.

Chanyeol le pidió que hablaran una tarde. Kyungsoo jamás creyó que su amigo pudiera hacer algo así y menos a él. Se decepcionó completamente y estuvo herido por mucho tiempo por la petición que le hizo Chanyeol aquella tarde, todo por culpa de una chica.

-Necesito que no te acerques a mí en público- Dijo Chanyeol haciendo que Kyungsoo frunciera el ceño. –Hay una chica que me gusta, y no quiero que me vean como “el noviecito del chico raro” o “el amiguito del rarito”, así que te pido de todo corazón que, por lo menos en el instituto, hagamos como si no fuéramos nada-

-¿Sabes algo, Chanyeol? Métete tu puta por donde te entre- Sumado a un golpe en el estómago que dejó a Chanyeol sin aire -¿Cómo mierda me pides esto? ¿Te das cuenta del daño que me haces?-

-Solo quiero que ambos seamos felices- Se justificó Chanyeol agarrándose el estómago por el dolor.

-¡Y una mierda! ¿Crees que soy feliz? ¡Tú más que nadie sabe que no soy feliz!- Kyungsoo dio la media vuelta y caminó por los pasillos vacíos –Felicidad de mierda, amistad de mierda, vida de mierda-

Para hacerlo peor, Kai había faltado esa semana por estar en la casa de sus abuelos sin señal de teléfono o internet, por lo que no podía comunicarse con Kyungsoo y viceversa. Por esto, Kyungsoo se sintió solo y herido al pensar que Kai lo estaba ignorando o que quizás estaba enojado con él, o que quizás también le daba vergüenza estar junto a él.

Y justo cuando pensó que su semana no podía empeorar, su madre lo decepcionó por competo.

-¡Me voy a matar! ¡Me voy a matar!- Gritó Kyungsoo a su madre viendo que ésta se mostraba desinteresada en asistir a una sesión familiar que había citado su psiquiatra.

-¡Hazlo! A ver si te atreves- Le dijo ella viendo su celular –Me tengo que ir al trabajo- Anunció levantándose del sillón en el que estuvo sentada toda la tarde.

-¡Te vas a arrepentir si cruzas esa puerta!- Gritó Kyungsoo. Ella se encogió de hombros y se fue de la casa sin mirar hacia atrás.

Kyungsoo temblaba de rabia, no quería ni podía seguir viviendo de esa manera. Estaba desesperado y las lágrimas corrían por sus mejillas sin parar. No podía pensar claramente y su cuerpo se movió solo hasta su habitación donde tenía sus pastillas antidepresivas, abrió las cajas y comenzó a tragarse las pastillas. Una por una. Casi las vomita más de dos veces pero se obligó a mantenerlas dentro de su organismo porque simplemente no quería seguir viviendo. Se sentó en la cama temblando y sollozando, pasado unos minutos sintió que no era una muerte suficientemente rápida.

Se levantó decidido. Tomó una de sus corbatas del uniforme y buscó una silla que puso debajo del árbol que estaba en el patio trasero de su casa. Amarró la corbata a una rama baja y gruesa con ayuda de la silla antes de ver sin miedo pero con curiosidad la circunferencia en la corbata negra que cambiaría su vida.

¿Cómo se sentiría morir?

Atravesó su cabeza por la corbata comprobando que ésta no se rompería con su peso, después tragó profundo y suspiró maldiciendo a puteadas a todo ser vivo que conocía.

Y gritó. Gritó desde el alma deseando que todos murieran o que se arrepintieran de sus actos y que sufrieran por el resto de sus vidas. Los odiaba a todos, a todo ser vivo sin excepción alguna. Solo había ira, decepción, odio y mucha, mucha tristeza dentro de él.


Golpeó la silla con su pie y su cuerpo quedó colgado.